Autonomía de hasta 120 días con una única recarga rápida de 2 h por USB-C y su motor sónico de 66000 microvibraciones/min sitúan a este modelo como una solución portátil de alto rendimiento. La tapa 2-en-1 antipolvo actúa como funda de viaje y alarga la vida útil del cabezal, mientras que el sellado IPX7 permite enjuagarlo o usarlo bajo la ducha sin riesgos.
Su batería de 600 mAh mantiene la potencia durante cuatro meses (2 min, 2 veces/día). La entrada USB-C facilita la recarga con el mismo cable del teléfono y prescinde de bases voluminosas.
El impulsor Maglev genera hasta 66000 movimientos por minuto con un nivel sonoro inferior a 45 dB, lo que reduce la placa sin molestias auditivas. Los filamentos Easy Clean de corte diamante limpian el contorno gingival con mínima abrasión.
El cuerpo ligero (≈ 95 g) y la tapa protectora que también funciona como mango alargado convierten al Oclean Ease en un equipo idóneo para desplazamientos o como segundo cepillo en la oficina.
El temporizador de 2 minutos se detiene 0,3 s cada 30 s para indicar el cambio de cuadrante y asegura el tiempo recomendado por odontólogos.
En comparación con un Oral-B Vitality (7600 oscilaciones y ≤ 8 días de batería), el Oclean Ease multiplica tanto la frecuencia de limpieza como la autonomía, además de ser notablemente más silencioso. Frente al Philips Sonicare 1100 (31000 vibraciones y 14 días), duplica la potencia y octuplica el tiempo entre cargas, aunque renuncia a sensores de presión. Respecto al propio Oclean Flow, mantiene el formato compacto y añade la tapa 2-en-1, a costa de reducir la duración total (180 días en Flow). Estas cifras evidencian una excelente relación calidad-rendimiento para usuarios que buscan un cepillo básico, muy autónomo y fácil de transportar, sacrificando funciones inteligentes avanzadas para obtener simplicidad, silencio y durabilidad.