Un limpiador o succionador de poros es un dispositivo con un cabezal que va aspirando la suciedad y células muertas que se encuentran en la piel por medio de una bomba de vacío. Suelen ser regulables en la intensidad de succión y cuentan con varios cabezales para adaptarlos al tipo de piel.
Antes de empezar a usar el succionador de poros, es importante que la piel esté limpia y seca. Después conecta el dispositivo y desliza la boquilla del limpiador de poros por toda la superficie del rostro para succionar la suciedad de la piel.
Tras realizar este tratamiento, no olvides hidratar la piel.
Un limpiador o succionador de poros es un producto efectivo para retirar puntos negros, pero hay que tener cuidado al usarlo ya que un mal uso puede ocasionar marcas o moretones en la cara.