La versión Max reúne tres bazas difíciles de imitar: chasis unibody de aluminio serie 7000 con cámara de vapor integrada, pantalla OLED Super Retina XDR de 6,9″ a 120 Hz y 3 000 nits y un conjunto fotográfico de tres sensores de 48 MP con zoom óptico 4×/híbrido 8×. El resultado es mayor disipación térmica, brillo sobresaliente y versatilidad óptica profesional.
El nuevo Apple A19 Pro (3 nm) rinde hasta un 40 % más tiempo a plena carga gracias a la refrigeración por vapor, mientras el Neural Engine de 16 núcleos acelera funciones de IA y juegos con trazado de rayos.
El panel LTPO adapta la frecuencia de 1-120 Hz, ofrece 460 ppp y mantiene la legibilidad bajo sol directo con los 3 000 nits de pico. Ceramic Shield 2 protege frontal y trasera, triplicando la resistencia a arañazos.
El trío principal/ultra gran angular/tele (tetraprism 100-200 mm) comparte resolución, estabilización de sensor y acceso a ProRes RAW 4K 120 fps. Photonic Engine refina color y detalle incluso a 8×, mientras la frontal de 18 MP incorpora Encuadre Centrado.
Con hasta 37 h de streaming de vídeo, supera la jornada y media exigente. El puerto USB-C admite carga rápida de 40 W; con el adaptador compatible alcanza el 50 % en unos 20 min.
Pesa 231 g, mantiene IP68 y lector Face ID, e incorpora el chip N1 para Wi-Fi 7, Bluetooth 6, UWB 2 y Thread, además de 5G, NFC y USB-C.
El iPhone 17 Pro Max refuerza su ventaja sobre el iPhone 17 Pro con pantalla mayor y +6 h de autonomía, y supera al Galaxy S25 Ultra en brillo máximo y vídeo ProRes nativo, aunque su zoom tope queda en 8× frente al 10× periscópico de Samsung. Frente al Pixel 9 Pro XL, brilla por potencia sostenida y soporte de siete años, algo clave para quien busca la mejor relación rendimiento-longevidad. Si se priorizan tamaño de pantalla, batería y flujo de trabajo profesional, el iPhone 17 Pro Max es hoy la referencia en la gama premium.