Un driver dinámico de 60 mm con diafragma DLC chapado en berilio, la impedancia de 350 Ω y un recinto abierto de aluminio se combinan para ofrecer un sonido amplio, detallado y limpio de distorsión. Su arquitectura magnética interna-externa y la bobina de voz ultrafina mejoran la respuesta transitoria, mientras que el peso contenido (≈ 391 g) y el sistema de rotación de tres ejes mantienen la comodidad en sesiones largas.
Los 60 mm de diámetro permiten mayor presión sonora con menor excursión, reduciendo la distorsión. Los 350 Ω filtran mejor el ruido y aprovechan amplificadores dedicados para lograr una escena más profunda y dinámica extendida de 7 Hz – 40 kHz.
El chasis de aluminio mecanizado emplea rejillas hexagonales que alivian peso y eliminan resonancias, creando un escenario sonoro más aireado. Dos juegos de almohadillas —ante y cuero proteico— permiten afinar la firma: las primeras enfatizan calidez y las segundas aportan claridad y detalle.
Frente a clásicos como el Sennheiser HD 650 (driver de 40 mm, 300 Ω) o el Beyerdynamic DT 1990 Pro (45 mm, 250 Ω), el FT3 destaca por su mayor superficie de diafragma, que ofrece graves más extensos sin perder velocidad. Además, incluye un juego de conectores y almohadillas que sus rivales venden aparte, reforzando su relación calidad-precio. Exige un amplificador competente para rendir al máximo, pero, cuando se alimenta correctamente, entrega una escena más abierta que el HD 650 y un timbre menos incisivo que el DT 1990, situándose como una opción equilibrada para audiófilos que buscan detalle y musicalidad en un formato cómodo y duradero.