Con un sensor de 6 MP capaz de grabar en 3.5K UHD (3200 × 1800 px), esta cámara convierte cualquier estancia en un punto de vigilancia nítido y seguro. Su conectividad Wi-Fi 6 de doble banda garantiza un streaming fluido incluso en routers saturados, mientras que el nuevo chip AI de 1 TOPS procesa la detección de personas y mascotas sin depender de la nube.
La óptica 6P f/1.6, combinada con un sensor de 1/2.45 ” y rango dinámico WDR, captura detalles finos en interiores iluminados o en contraluces difíciles.
Ocho LEDs IR de 940 nm sin brillo rojo y el gran tamaño del sensor mantienen la imagen cromática en escenas de poca luz, evitando destellos que delaten la cámara y mejorando la identificación de objetos.
Además del Wi-Fi 6 (2.4 & 5 GHz), incorpora Bluetooth 5.0 para emparejarla rápidamente con la app Xiaomi Home o con HyperOS Connect. Graba en H.265 sobre tarjeta microSD de hasta 256 GB, NAS o nube (suscripción opcional), reduciendo el espacio hasta un 50 % frente a H.264.
Su base incluida permite colocarla sobre mesa o techo; la cámara calibra la imagen tras el montaje invertido. El adaptador 5 V 2 A y el kit de anclaje vienen en la caja, así que no necesitas accesorios extra.
Frente a la anterior C400 (2.5 K), la C500 aporta resolución 3.5 K real, Wi-Fi 6 y detección de mascotas, lo que la acerca a soluciones premium como la TP-Link Tapo C225 pero por un coste inferior. Sus puntos fuertes son la combinación de imagen ultra nítida, IA en el propio equipo y privacidad física. Como contrapartida, sigue sin batería interna y el modo mascota solo reconoce gatos y perros. Para quien necesite vigilancia doméstica avanzada con buena relación calidad-precio, la Xiaomi C500 representa un salto claro respecto a la gama 2 K del mercado.