Con un cuerpo cilíndrico similar a una lata y tan ligero como 385 g, este altavoz portátil reúne un driver full-range de 16 W con AI Sound Boost para reforzar los graves sin saturar, una resistencia IP68 que soporta polvo, agua e impactos, y una banda de luz RGB personalizable que crea ambiente en cualquier plan. A ello suma hasta 12 h de autonomía (14 h con Playtime Boost) y carga USB-C en apenas 3 h.
El driver ovalado de 43 × 80 mm logra un rango de 70 Hz-20 kHz con presión suficiente para exterior, manteniendo la claridad gracias al ecualizador de 7 bandas disponible en la app JBL Portable.
La malla textil reciclada, los refuerzos de goma y la certificación IP68 protegen frente a inmersión, polvo y caídas de un metro, mientras que el loop trasero permite colgarlo en mochila o manillar sin añadir volumen.
Su batería de 10 Wh entrega 12 h de música a volumen medio; la función Playtime Boost reduce 1–2 dB y extiende hasta 14 h, ideal para jornadas de playa o rutas en bici.
El JBL Grip se sitúa entre el JBL Go 4 y el Flip 7: supera al primero en potencia y espectro tonal, y aunque no alcanza la pegada del Flip, su relación calidad-precio resulta más equilibrada para quien prioriza portabilidad. Frente a rivales como el Ultimate Ears Wonderboom 4, destaca por el apoyo de Auracast y una luz ambiental más versátil, aunque renuncia a la salida 360° del UE. En conjunto, el Grip ofrece un equilibrio atractivo de sonido, resistencia y autonomía para usuarios que buscan un altavoz robusto sin complicaciones.