Potencia de 270 W RMS repartida en un sistema 3.1 con Dolby Atmos Music, calibración automática y doble asistente de voz convierten a este altavoz doméstico en una propuesta hi-fi que funde diseño retro y tecnología moderna. Su estructura con rejilla Quadrex y subwoofer de 6,5” ofrece graves físicos, mientras que el Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.3 permiten reproducir música en alta resolución sin cables.
Tres tweeters de 25 mm, tres medios de 2,75” y el subwoofer trabajan con el puerto SlipStream para cubrir de 40 Hz a 20 kHz. El DSP crea una escena amplia y la auto-ecualización ajusta la respuesta cada vez que se enciende, manteniendo el control incluso a volúmenes altos.
Inspirado en los JBL L100 de los 70, combina marco de aluminio, tapizado simil-cuero y rejilla Quadrex. Mide 447 × 240 × 256 mm y pesa 7,8 kg, pensado para estancia fija (alimentación AC). El 85 % del plástico y toda la tela exterior proceden de material reciclado.
El JBL Authentics 500 destaca por su pegada: los 270 W y el subwoofer integrado transmiten más presencia que rivales como el Sonos Era 300, cuyo enfoque se centra en la escena 360° generada por sus seis drivers. Frente al Sonos Five, añade Dolby Atmos y Bluetooth, aunque sacrifica algo de definición en medios a máximo volumen. Su falta de batería y el peso elevado son los principales compromisos; sin embargo, en su rango ofrece una relación prestaciones–precio difícil de igualar para quienes buscan un altavoz de salón que combine potencia, conectividad completa y carácter estético sin depender de un ecosistema cerrado.