Con sólo 4,5 mm de grosor y 600 g de peso, este monitor portátil de 14″ IPS Full HD amplía la productividad en cualquier lugar: basta un cable USB-C para duplicar la pantalla y, además, suministra hasta 100 W de energía inversa al portátil. Su certificación TÜV Low Blue Light reduce la fatiga visual sin renunciar a la fidelidad cromática.
El chasis de aleación aeroespacial soporta el uso diario y mantiene la rigidez pese a ser un 29 % más delgado que la media. Sus 332 × 207 × 15,6 mm (con soporte) caben en la misma funda que un portátil de 13”, facilitando el trabajo híbrido.
El panel de 1920 × 1080 px, 300 nits y 60 Hz muestra textos y gráficos con 157 ppi, suficiente para edición ligera o streaming en Full HD. El filtro de luz azul de hardware protege la vista durante jornadas prolongadas.
Compatible con Windows, macOS, Android, Linux y ChromeOS sin instalación de drivers, y dispone de altavoz integrado de 1 W para videollamadas de emergencia.
La pinza extensible se adapta a portátiles de 13″ a 17,3″, mientras el soporte abatible de 180° evita que la tapa del portátil se venza. El acabado mate repele huellas y arañazos, preservando su apariencia profesional.
Frente al Lenovo ThinkVision M14 (570 g, 300 nits), el Blackview SCM6 añade un puerto PD exclusivo y un sistema de fijación más sólido, a costa de 30 g extra. Comparado con el Asus ZenScreen MB16AC (800 g, 220 nits), resulta un 25 % más ligero y 36 % más brillante, aunque prescinde de orientación automática y batería interna. Respecto al viejo DCM6, gana 100 nits y reduce el grosor un 40 %. Sus limitaciones —60 Hz y audio discreto— son comunes en esta gama, pero la combinación de portabilidad extrema, USB-C con carga inversa y relación calidad-precio sitúa al Blackview SCM6 como una solución versátil para nómadas digitales y profesionales que precisan una segunda pantalla sin sobrecargar la mochila.