Calefactores

¿Y qué es un calefactor?

La composición de un calefactor eléctrico es muy similar a la de un ventilador, solo que esta vez incluye además una resistencia que produce calor. Aunque la mayoría de ellos también llevan modo de aire frío, la función principal de un calefactor es aportar calidez a una estancia.

Sus grandes ventajas es que son fáciles de instalar, cómodos y seguros. No requieren de mantenimiento, salida de humos o acopio de combustible. Además, no emiten gases y son fáciles de transportar.

¿Cuál es el mejor tipo de calefactor eléctrico?

Los calefactores cerámicos son los más duraderos. La resistencia cerámica que integran retiene mejor el calor que otros modelos, ayudando a disminuir así el consumo eléctrico. Otra de sus ventajas es que reseca menos el ambiente, ya que necesitan menos oxígeno para emitir la misma cantidad de calor.

¿Qué debo tener en cuenta antes de comprar un calefactor eléctrico?

Lo primero y más importante es saber dónde lo vas a poner. A partir de ahí, observa estas características al adquirir un calefactor:

• Potencia: La potencia de los calefactores se mide en W. A mayor potencia, mayor nivel de calor es capaz de emitir. Fíjate especialmente en la cantidad de metros cuadrados que el radiador es capaz de cubrir.
• Potencia ajustable: si lo vas a usar para varias estancias con distinto tamaño, es importante que se pueda regular el nivel de potencia.
• Termostato ajustable: permite regular el calefactor automáticamente en función de los cambios de temperatura. De este modo, el termostato enciende el calefactor cuando la estancia se enfríe e igualmente apaga automáticamente el calefactor cuando la habitación alcanza la temperatura deseada.
• Temporizador: gracias a esta función, el calefactor se apaga después de que haya transcurrido el tiempo previamente establecido.