Impresoras 3D FDM y de resina

Una impresora 3D es una máquina que imprime en tres dimensiones, es decir, las piezas obtenidas tienen volumen. La impresión se realiza a partir de diferentes materiales, como plástico fundido, metales o polvos. Actualmente se está extendiendo el uso de este tipo de impresoras, pudiendo imprimir objetos en casa de una forma fácil.

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¿Qué son las impresoras en 3D?

Con una impresora 3D podrás realizar impresiones en tres dimensiones de objetos, piezas, maquetas, etc. a través de un diseño que se realiza en un ordenador.

El proceso de fabricación consiste en ir añadiendo material por capas desde dentro hacia afuera. Este material puede ser de resina o FDM.

Para poder llevar a cabo el diseño es necesario un archivo CAD en el que se incluya el diseño a imprimir. Este se añade mediante un lector USB o tarjeta SD para introducir los archivos.

Este tipo de impresoras se han domesticado ocupando muy poco espacio, lo que permite que podamos tenerla en casa e imprimir aquello que deseemos.

¿Qué material se utiliza para impresoras 3D?

La mayoría de impresoras 3D utilizan materiales termoplásticos, este tipo de filamentos se derriten para hacer la impresión y posteriormente al enfriarse se endurecen. Los materiales más populares y comunes son:

ABS: es el más común en las impresoras 3D. Es un material duro y resistente y se puede encontrar en estado sólido y en polvo. El ABS resiste temperaturas entre 230º y 260º, por lo que necesita de una impresora que alcance temperaturas mas altas para poder utilizar este material. Es importante tener en cuenta que este tipo de material no es biodegradable y se recomienda usar en impresoras cerradas.

PLA: también conocido como ácido poliláctico, es un material de origen natural con una alta calidad y baja toxicidad. Es uno de los materiales más fáciles de usar e imprimir, pero que ofrecen una menor resistencia en estado sólido.

¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar una impresora 3D?

Antes de decidirte por una impresora, algunos aspectos a tener en cuenta son:

Frecuencia de la impresión: según el uso y demanda que se le vaya a dar, debes decidirte por una impresora 3D con más o menos potencia.
Volumen de impresión: las impresoras 3D domésticas imprimen objetos que no superan las 10-12 pulgadas cubicas.
Materiales compatibles: cada impresora 3D es compatible con un tipo de material. La mayoría utiliza un material llamado PLA , pero existen otros materiales como TPU o ABS.
Calidad en los acabados: un objeto 3D se crea superponiendo capas sobre capas y para obtener una pieza de calidad es importante que la capa sea delgada, mínimo 0.1 mm a 0.05mm de espesor. Los cabezales también son importantes si se desea imprimir objetos complejos, las impresoras 3D generalmente suelen contar con un cabezal, mientras que las impresoras más profesionales llegan a poseer dos o más cabezales.
Costo de los filamentos: algunas impresoras 3D admiten filamentos genéricos, mientras que otras únicamente admiten los repuestos originales que vende la marca, y por tanto, son más caros.
Software: el software que realiza el diseño y preparación de la pieza debes adquirirlo aparte, por lo que es importante informarte y si puedes, hacer una demo del software antes de adquirirlo.

¿Qué se puede hacer con la impresora de 3D?

Con una impresora 3D se puede llevar a cabo una gran cantidad de objetos y de diseños. Prácticamente el límite es tu imaginación y tu capacidad para realizar la maqueta inicial. Se pueden realizar: pequeñas piezas para automóviles, abalorios y joyas, piezas de recambio, maquetas, figuras, etc. Una página con multitud de diseños donde poder obtener ideas es cults3d.com